Odontología, una profesión que apasiona a muchos y que por el contrario genera temor en otros.
Es común conocer a personas para quienes la visita al odontólogo se compara con una pesadilla, que esperan hasta el último momento para acudir a el sin pensar que una falta de atención puede convertirse en pérdidas considerables y problemas mayores que comprometan su salud bucal.
En el mundo existen personas que a pesar de preocuparse por su apariencia descuidan su sonrisa por el grado de estrés que les genera la visita al odontólogo, sin considerar que los tratamientos han evolucionado para garantizar el bienestar del paciente y formar parte de la estética y el cuidado personal en los últimos tiempos.
La sonrisa, se considera como un símbolo de belleza, comunica, transmite y tiene un significado, cuando alguien sonríe es porque está alegre o algo le gusta, puede considerarse como un lenguaje universal. La música también es un “idioma” que refleja emociones, las melodías pueden transmitir sentimientos y generar comportamientos.
Partiendo de la transformación constante y de la preocupación por el bienestar integral del paciente, la musicoterapia y la odontología se han conectado para dar un giro inesperado, una propuesta innovadora para el mundo con la intención de convertir la visita al odontólogo en una experiencia.
En el año 2005 esta tendencia llega a Latinoamérica pisando suelo argentino, país que inició este movimiento como un experimento. Por primera vez se unieron un odontólogo y un musicoterapeuta, quienes convirtieron el consultorio en espacio musical sonoro para que el paciente antes y después del tratamiento pueda manejar la ansiedad y disminuir el miedo y el estrés.
Seis años después la Universidad Nacional de Colombia desarrolló un proyecto de investigación con el objetivo de brindar a los niños a través de la música elementos para generar cercanía con el profesional de la salud bucal y que al mismo tiempo sirvieran para manejar y reconocer sus sentimientos durante la consulta. Un estudio que concluyó con la observación de la mejora en disposición y aceptación de los niños al tratamiento dental.
El éxito de los resultados en ambos casos se explica porque al utilizar la música durante el tratamiento odontológicose estimulan las redes neuronales asociadas al manejo de las emociones, a través de un proceso llamado neurofisiología, que demuestra como ciertos ritmos musicales transforman la receptividad del paciente y le permiten controlar sus miedos.
En el 2013 esta nueva forma de abordar la odontología llega a Venezuela con un grupo de profesionales que apuestan por aportar un agente de diferenciación a un público difícil de complacer. La música consigue la relajación del paciente y afianza su relación con el odontólogo, convierte el tratamiento dental en una experiencia que fusiona una sonrisa deseada con lo mejor de la música.
Dejarse llevar por la música, ir con ritmo por la vida, conectar con la emociones y como resultado obtener una SONRISA EN ARMONÍA.
Extraido: Rumberos.net
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