El cepillado dental con pastas que contengan flúor es un método simple, ampliamente recomendado y practicado para el cuidado de nuestros dientes. Cuando se realiza en forma habitual y apropiada, el cepillado dental puede reducir la cantidad de placa que contiene la bacteria asociada con la enfermedad gingival y la caries dental, como así también proveer los beneficios del flúor en la prevención de las caries.
¿Hay algún riesgo de salud con cepillos dentales?
A la fecha, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) no tienen conocimiento de ningún efecto adverso para la salud que esté directamente relacionado al uso del cepillo dental, aunque las personas con desórdenes sanguíneos (hemorragias) y quienes tienen un sistema inmunológico inadecuado pueden sufrir lesiones a causa del cepillado dental y necesiten buscar métodos alternativos de higiene oral. La boca es el hogar de millones de gérmenes. Al remover la placa y la suciedad del diente, los cepillos dentales se contaminan con bacterias, sangre, saliva, detritos bucales y pasta dental. Debido a esta contaminación, una simple recomendación es enjuagar su propio cepillo con agua de la llave después de cada cepillado. Algunas investigaciones especiales han sugerido que, aun después de un profundo enjuague, los cepillos dentales pueden permanecer contaminados con organismos potencialmente patogénicos. En respuesta a esto, se han desarrollado diversos medios de limpieza, desinfección o esterilización de los cepillos dentales en uso. Sin embargo, a la fecha, no se ha publicado ninguna investigación que registre algún caso en el que el cepillado con cepillos dentales contaminados haya provocado en el usuario la recontaminación de su boca, infecciones bucales u otros efectos adversos para su salud.
Recomendaciones para el cuidado del cepillo dental
No comparta los cepillos dentales. El intercambio de fluidos corporales que esto promovería, aumenta el riesgo de contraer infecciones para quienes los compartan. Esta es una consideración particularmente importante para las personas con sistemas inmunes comprometidos o con enfermedades infecciosas.
Después del cepillado, enjuague su cepillo dental cuidadosamente con agua corriente para asegurarse de remover la pasta dental y los detritos, déjelo secar al aire libre, y guárdelo en posición vertical con las cerdas hacia arriba. Si varios cepillos comparten el mismo cepillero, no permita que haya contacto entre ellos.
No es necesario remojar los cepillos dentales en soluciones desinfectantes o enjuagues bucales. En realidad, esta práctica puede provocar la contaminación entre cepillos si la solución se utiliza durante un periodo largo o si varios usuarios la comparten.
Tampoco es necesario utilizar lava-vajillas, dispositivos de microondas o rayos ultravioleta para desinfectar los cepillos dentales. Estas medidas pueden dañarlos.
No mantenga los cepillos cubiertos ni los guarde en recipientes cerrados. Estas condiciones (un ambiente húmedo) son más propicias para el crecimiento bacteriano que el aire libre.
Reemplace su cepillo dental cada 3-4 meses, o antes si las puntas de las cerdas aparecen gastadas o dobladas. Esta recomendación de la Asociación Dental Americana está basada en la vida útil del cepillo dental y su posterior pérdida de efectividad mecánica, no por su contaminación bacteriana.
La decisión de comprar o usar productos para la desinfección del cepillo dental requiere cuidadosa consideración dado que, actualmente, la literatura científica no apoya esta práctica.
Programas de cepillado dental para escuelas y grupos determinados
El cepillado dental en ámbitos grupales debería realizarse siempre bajo supervisión para asegurar que los cepillos dentales no se compartan y que sean utilizados apropiadamente. En estos ambientes, la probabilidad de que el cepillo se contamine es muy alta, sea esto porque los niños juegan con ellos o porque los cepillos dentales son guardados en forma inapropiada. Además, existe una pequeña posibilidad de que los cepillos puedan contaminarse con sangre durante el cepillado. Aunque el riesgo de transmisión de enfermedades a través de los cepillos dentales es aún mínimo, es una causa potencial a considerar. Por lo tanto, las personas encargadas de los programas de cepillado dental en estos ámbitos deberían evaluar sus programas cuidadosamente.
Medidas recomendadas para los programas de higiene bucal en escuelas:
Recomendaciones para el cuidado del cepillo dental
No comparta los cepillos dentales. El intercambio de fluidos corporales que esto promovería, aumenta el riesgo de contraer infecciones para quienes los compartan. Esta es una consideración particularmente importante para las personas con sistemas inmunes comprometidos o con enfermedades infecciosas.
Después del cepillado, enjuague su cepillo dental cuidadosamente con agua corriente para asegurarse de remover la pasta dental y los detritos, déjelo secar al aire libre, y guárdelo en posición vertical con las cerdas hacia arriba. Si varios cepillos comparten el mismo cepillero, no permita que haya contacto entre ellos.
No es necesario remojar los cepillos dentales en soluciones desinfectantes o enjuagues bucales. En realidad, esta práctica puede provocar la contaminación entre cepillos si la solución se utiliza durante un periodo largo o si varios usuarios la comparten.
Tampoco es necesario utilizar lava-vajillas, dispositivos de microondas o rayos ultravioleta para desinfectar los cepillos dentales. Estas medidas pueden dañarlos.
No mantenga los cepillos cubiertos ni los guarde en recipientes cerrados. Estas condiciones (un ambiente húmedo) son más propicias para el crecimiento bacteriano que el aire libre.
Reemplace su cepillo dental cada 3-4 meses, o antes si las puntas de las cerdas aparecen gastadas o dobladas. Esta recomendación de la Asociación Dental Americana está basada en la vida útil del cepillo dental y su posterior pérdida de efectividad mecánica, no por su contaminación bacteriana.
La decisión de comprar o usar productos para la desinfección del cepillo dental requiere cuidadosa consideración dado que, actualmente, la literatura científica no apoya esta práctica.
Programas de cepillado dental para escuelas y grupos determinados
El cepillado dental en ámbitos grupales debería realizarse siempre bajo supervisión para asegurar que los cepillos dentales no se compartan y que sean utilizados apropiadamente. En estos ambientes, la probabilidad de que el cepillo se contamine es muy alta, sea esto porque los niños juegan con ellos o porque los cepillos dentales son guardados en forma inapropiada. Además, existe una pequeña posibilidad de que los cepillos puedan contaminarse con sangre durante el cepillado. Aunque el riesgo de transmisión de enfermedades a través de los cepillos dentales es aún mínimo, es una causa potencial a considerar. Por lo tanto, las personas encargadas de los programas de cepillado dental en estos ámbitos deberían evaluar sus programas cuidadosamente.
Medidas recomendadas para los programas de higiene bucal en escuelas:
Asegurar que cada niño tenga su propio cepillo dental, marcado claramente con su identificación. No permitir que los niños compartan ni pidan prestados los cepillos dentales.
Para prevenir la contaminación a través del tubo de la pasta dental, asegurar que se elimine un trocito de pasta sobre un papel encerado siempre antes de aplicarla sobre el cepillo dental.
Después de que los niños finalizan el cepillado, asegurarse de que enjuaguen sus cepillos dentales cuidadosamente con agua corriente, los dejen secar al aire libre y los guarden en la posición correcta con las cerdas hacia arriba de modo tal que no entren en contacto con los de otros niños.
Suministrar a los niños vasos de plástico o papel para enjuagarse después del cepillado. No permitirles que compartan sus vasos y asegurar que los descarten apropiadamente después de un solo uso.
urar que cada niño tenga su propio cepillo dental, marcado claramente con su identificación. No permitir que los niños compartan ni pidan prestados los cepillos dentales.
Para prevenir la contaminación a través del tubo de la pasta dental, asegurar que se elimine un trocito de pasta sobre un papel encerado siempre antes de aplicarla sobre el cepillo dental.
Después de que los niños finalizan el cepillado, asegurarse de que enjuaguen sus cepillos dentales cuidadosamente con agua corriente, los dejen secar al aire libre y los guarden en la posición correcta con las cerdas hacia arriba de modo tal que no entren en contacto con los de otros niños.
Suministrar a los niños vasos de plástico o papel para enjuagarse después del cepillado. No permitirles que compartan sus vasos y asegurar que los descarten apropiadamente después de un solo uso.
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